Esa pre-mamá
En estos momentos es la pre-mamá más feliz del mundo. Una mujer como las demás, que nació como las demás, que vivió como pudieron vivir las demás y tuvo una historia como cada una de las mujeres que han poblado y pueblan el planeta. Sólo que ésta se casó con un príncipe... pero de los de verdad. No pienso entrar ahora en el debate de si verdaderamente siente la Monarquía o, como apuntan algunos rumores bastante fuertes, su tendencia es republicana. Pero desde luego que, a día de hoy, y por gracia de no sé quién, esta pre-mamá tiene todo a su favor para ser muy feliz, extremadamente feliz.
Está embarazada por segunda vez. Leticia Ortiz puede suspender toda su agenda sin temor a que en su trabajo la den candela y sabe que, si surgen complicaciones, tendrá a los mejores médicos a su cargo. Sabe también que va a recibir un montón de regalitos para el pequeño. Sabe que no será ella la que tenga que salir a hacer la compra. Sabe que, una vez que dé a luz, no tiene que estar preocupada de buscar trabajo si la hubieran echado. Sabe que no tendrá que recuadrar el presupuesto familiar porque nunca la faltará de nada. ¡Cuántos católicos desearían bautizar a sus hijos con las aguas del Jordán!
Como indicaba un internauta en el foro de www.vertelevisivos.com, nos viene "otro más a chupar del frasco". Pues es verdad. No pretendo tampoco cuestionar lo que viene a ser la familia Real, que parecen buena gente y en muchas ocasiones nos representan mejor que los propios políticos, esos bufones, pero hay que reconocer que, para ser mortales como tú y como yo, tienen un poquito de morro, ¿no? Por aquello de "todo pagado y asegurado al 100 %". Yo soy español y creo que, como Leticia (de sangre "roja"), merezco una oportunidad para estar exento de impuestos... un añito aunque sea, venga, hombre, que no cuesta nada.
Está embarazada por segunda vez. Leticia Ortiz puede suspender toda su agenda sin temor a que en su trabajo la den candela y sabe que, si surgen complicaciones, tendrá a los mejores médicos a su cargo. Sabe también que va a recibir un montón de regalitos para el pequeño. Sabe que no será ella la que tenga que salir a hacer la compra. Sabe que, una vez que dé a luz, no tiene que estar preocupada de buscar trabajo si la hubieran echado. Sabe que no tendrá que recuadrar el presupuesto familiar porque nunca la faltará de nada. ¡Cuántos católicos desearían bautizar a sus hijos con las aguas del Jordán!
Como indicaba un internauta en el foro de www.vertelevisivos.com, nos viene "otro más a chupar del frasco". Pues es verdad. No pretendo tampoco cuestionar lo que viene a ser la familia Real, que parecen buena gente y en muchas ocasiones nos representan mejor que los propios políticos, esos bufones, pero hay que reconocer que, para ser mortales como tú y como yo, tienen un poquito de morro, ¿no? Por aquello de "todo pagado y asegurado al 100 %". Yo soy español y creo que, como Leticia (de sangre "roja"), merezco una oportunidad para estar exento de impuestos... un añito aunque sea, venga, hombre, que no cuesta nada.