Fianza a los chorizos
La condena más injusta a la par que ridícula que se le puede poner a un chorizo con dinero es una "libertad bajo fianza". Es decir, tú robas, inviertes, duplicas tu dinero, estafas, y te pillan. Para entonces la multiplicación del dinero deja en ridículo a la de los panes y peces. La circunstancia cambia cuando el delito no es monetario, como en los casos de drogas, violencia... Pero hay que saber a quién se condena. Condenar a Otegi por inducir a un centenar de actos violentos bajo una fianza de 250.000 euros es moco de pavo. Todos sabíamos (o intuíamos) que la fianza, tarde o temprano, sería entregada. Una vez pagada la fianza... muerto el perro, muerta la rabia. O el caso de Pete Doherty, en el Reino Unido, en las últimas horas. El supuesto novio de Kate Moss, se ha permitido el lujo de ir encocado hasta arriba y conducir su coche de lujo de forma temeraria. ¿Y en qué ha quedado todo? En nada. El señorito desembolsa y aquí no pasa nada.
Menos mal que la justicia va despachando a los sinvergüenzas, ladrones, chupópteros y desgraciados que se han enriquecido a costa de los demás. Véase el caso de Ciempozuelos, de Telde y Marbella. Pero en un caso tan escandaloso como la "Operación Malaya", en el que todos van pasando por el juez, deberían ir todos a la cárcel. Unos más tiempo y otros menos... pero eso de que gentuza como ésa, que tiene el dinero por castigo, quede en libertad tras pagar una cantidad que para sus bolsillos es poco más que calderilla, resulta indignante. Es decir, que un ciudadano de a pié, por menos, si no dispone de 90.000 euros (como los que liberaron a Zaldívar) o de 50.000 (impuesta a Caldas), se va a la cárcel y se acabó. Parece ser que un tal José Manuel Villarroya no ha podido pagar los 500.000 euros de fianza y ahora está en la cárcel de Alhaurín de la Torre. Saldrá, amigos, saldrá.
Se supone que la multa es un escarmiento. ¿Alguien cree que les va a hacer efecto? Yo, personalmente, no.