Nunca os iréis del todo

Mil sueños se han roto mil vidas al sol
Hoy sufro tu llanto te doy mi canción
No me caben penas para tanto horror
ES tanta la rabia es tanto el dolor

Lágrimas al viento sobre Madrid
Hoy me duele el alma, hoy lloro por tí.

Se ha cubierto el cielo con un manto gris
El dolor me invade, que ha sido de mi
Me queda el recuerdo me queda el sentir
Triste es la canción triste es el vivir

Lágrimas al viento sobre Madrid
Hoy me duele el alma, hoy lloro por tí.

Grito y llanto en la ciudad
Se ha adueñado la maldad
Grito vida y grito paz
Grito y llanto, grito al viento
Grito y ya no puedo más

Te has ido tan lejos muy lejos de mí
Y sin ti no puedo, no puedo vivir
El silencio es cruel nada soy sin tí
Mi vida se ha roto, no puedo seguir

Lágrimas al viento por tu partir
Hoy te vas de mí no puedo sin tí

Grito y llanto en la ciudad
Se ha adueñado la maldad
Grito vida y grito paz
Grito y llanto, grito al viento
Grito y ya no puedo más

Lágrimas al viento sobre Madrid
Hoy me duele el alma, hoy lloro por tí.
Lágrimas al viento por tu partir
Hoy te vas de mí no puedo sin tí

Y en mi corazón siento tu mirar
Y en mi corazón llevo tu dolor
Y en mi corazón te recordaré
Y en mi corazón guardo tu ilusión

Madrid, la ciudad sin ley

Me toca las narices que España, por momentos, se convierta la ciudad sin Ley... para algunos. Las leyes están para cumplirse, pero me basta un simple camino desde mi casa hasta mi trabajo e ir viendo pequeñas pinceladas de pequeños infractores que quedan impunes allá por donde van.

Antes de llegar al tren , veo un recobeco inexistente para la policía, lleno de latas de cerveza y alguna que otra litrona de vidrio. Todo vacío, evidentemente. Cerveza extranjera, procedente de una tienda de productos polacos que hay justo enfrente. Castigado con 300 euros de multa. Mal visto por los jóvenes que hacen botellón por evitar que en un disco bar les cobren un mínimo de 5 euros por una copa que, a menudo, suele ser garrafón. Aunque este no es el caso: los borrachillos que aquí me encuentro de jovenzuelos no tienen un pelo.

Ya en el tren, en la estación de Atocha, veo los típicos pitilleros que se pasan por el arco del triunfo el aviso que, cada pocos minutos se repite por la megafonía: «se recuerda que, por normativa legal vigente, no está permitido fumar en todo el recinto de la estación». Y nadie dice nada, ni los miembros de seguridad de la estación. Multas de 30 a 600 euros que se echan a perder.

Por último, en el paso de peatones justo en frente de mi trabajo, ni radar ni nada parecido. Estoy harto de tener que esperar hasta 4 segundos después de que el semáforo de peatones se ponga en verde porque siempre una media de 4 vehículos cruzan su semáforo cuando está en rojo y con una velocidad superior a la permitida. Al margen de los puntos, 100 euros por el rojo y otros 300 por pisar un poquito más.

En fin... ¡Hay que ver cuánto dinero se pierde el Estado! Luego lo buscan con chorradas y subiendo los impuestos. Si hay normas, lo normal es que se apliquen para todos por igual, no sólo para unos pocos... cuando les pillan y tal porque da que un coche patrulla pasaba por ahí.

Noticia manipulada

Como es la moda, voy a contar la manifestación del sábado vista por mis propios ojos tal como harían medios como la Chope o la Sinrazón.

Este sábado 10 de marzo, en vísperas del tercer aniversario del mayor atentado terrorista jamás vivido en España después de la Guerra Civil, algunos miles de españoles procedentes de toda España se congregaron en Madrid para insultar a Zapatero.
La convocatoria fue realizada por el Partido Popular quien, aún enrabietado por no haber conseguido llegar al poder, lanzó al aire una súplica para que sus ojos vieran y se convencieran de que aún hay gente que respalda al principal partido de la oposición. Las cifras que arroja el propio partido habla de dos millones de manifestantes, pero en realidad, a la manifestación en sí acudieron apenas unas decenas de miles. Muchos, aprovechando el autobús gratuito desde su lugar de origen, decidieron aprovechar para pasar el día en la capital de España, ajenos a toda actividad política. De forma gratuita fue, del mismo modo, el kit de españolito: bandera, lazo azul y bocadillo. Algunos ancianos exaltados quisieron entrar al precio que fuera en la Cadena Cope, localizada muy cerca del lugar donde comenzaba la manifestación, para ver a Federico Jiménez Losantos.
Mientras ese grupo iba camino de la Plaza de Colón, veíanse por calles cercanas, pero lejos del tumulto y del gentío exaltado, algunos españolitos de bandera tomando un alegre café en las calles colindantes o haciendo una visita turística por el centro de Madrid.
El resultado no pudo ser peor: muestras de odio e insultos por las calles, niños que, sin tener nociones objetivas de política, fueron utilizados por sus padres para hacer bulto, calles céntricas cortadas al tráfico, suciedad que dejaron a su paso y un Rajoy que concluyó haciendo un llamamiento a la defensa de la patria, como si de un Caudillo se tratara. La II Guerra Civil se acerca por culpa del avance ofensivo de la ultra derecha española, que ya no "de centro".

Periodismo se escribe con P de precario

El pasado 14 de febrero, el Profesor Pedro García-Alonso, uno de los más críticos con la Universidad Pública, escribía en www.ibercampus.es un artículo en el que destacaba las lindezas del periodismo para las nuevas generaciones: falta de respeto, precariedad, estrés, falta de independencia y sueldos bajísimos o nulos para los becarios.
Yo pienso lo mismo, y creo que se debe, principalmente a dos causas:
Primero: la ausencia de un Estatuto Oficial que regule la profesión periodística. ¿Quién es periodista? El que al jefe del medio le considera periodista. ¿Y quién es ese, a día de hoy? La respuesta es clara: el que más venda. Esto es: el más crítico, el más polémico, el que menos deje indiferente, el más mediático... No es ni el que mejores notas ha sacado en Periodismo ni el que más currículum lleve a sus espaldas. Puede haber un tío que lleve toda su vida desde los 18 años haciendo prácticas por tales y cuales medios, y, de repente, un recién llegado sale con unas encendidas declaraciones y ése será el que se lleve el dinero y las ofertas. Lamentablemente, los medios quieren vender con eso.
Si realmente queremos hacer algo más serio tenemos que remitirnos a las agencias de información y a los medios oficiales, los únicos que se alejan un poco del sensacionalismo y la friquería que demandan los directores de demás medios.
Segundo: las Universidades. La Complutense no es la única deficiente en este sentido en España. Desde profesores que jamás se han dedicado al periodismo (¿¿¿qué c... van a enseñar estas gentes???) hasta los típicos acomodados que una vez se sacaron un Doctorado porque sí y cuya vocación para el mundo universitario es superada por la de una piedra. La masificación es brutal en una carrera que sólo aporta buenos amigos y alguna cosilla interesante es una señal de alarma.Mi experiencia personal no es para nada mala, no me puedo quejar. Bueno, sí, a veces, cuando me ha tocado vivir alguna de las cosas que Pedro denuncia... Periodismo empieza con P de precariedad. Triste, pero cierto.