¡Fuera los violentos!

Las noticias más leídas desde este pasado fin de semana son todas las que hablan de los altercados sucedidos en Alcorcón a raíz de la enfrenta entre Latin Kings y "anti" Latin Kings. No es para menos. Quizás porque se trate de un problema que afecta a los ciudadanos de a pie. Gente que ha visto, conoce o ha padecido algún tipo de problema o de situación relacionado con la forma de actuar de los violentos de estas bandas latinas.

Lo que se ha producido es algo perfectamente normal. Todo comienza el viernes con una pelea entre cuatro chavales por una chica. La pelea promete ir más allá en la noche del sábado, en la que ya se unen unos cincuenta chavales más. Y el domingo pudieron ser quinientos, si no es por la presencia policial. Los españoles denuncian el miedo que los Latin Kings infunden entre los vecinos que llevan toda la vida en Alcorcón y acciones (la más denunciada, sin duda) es en la que estos latinos que cobran "peaje" por utilizar unas canchas de baloncesto públicas construidas, seguramente, con fondos en los que todavía sus padres no habían contribuido por no estar en España aún.

Además, algunos de estos Latin King han hecho pintadas en las que se refleja una actitud de amenaza y de poder sobre una zona que han hecho de ellos. Los vecinos de Alcorcón, molestos con estas actitudes desafiantes, se han decido tomar la justicia por su cuenta.

La pelea del pasado viernes es, por tanto, el detonante de un odio que viene de atrás. Una tacita que se ha ido llenando gota a gota y ahora está colmada. Quizás es sólo la punta del iceberg, porque para este fin de semana vuelve a haber convocatorias violentas a través de internet y sms para ir a por los Latin Kings.

Desde luego que no es justificable ni la violencia y la chulería de unos ni la respuesta violenta de otros. La violencia no justifica nada.

Aparte están los políticos, esos pintan menos que un mono manco. Que salga Soledad Maestre, la delegada del Gobierno en Madrid, diciendo que "no hay bandas en Alcorcón", que no hay racismo y que el hecho en sí no es más que un "problema de convivencia entre adolescentes" tiene guasa. Quizás la tal Soledad se refiere a un Alcorcón que debe de haber en China, porque no me creo que esta mujer no haya pisado Alcorcón en su vida ni sepa lo que se mueve por allí. En fin, de vergüenza: lo de unos, lo de otros y lo de los políticos, como siempre.